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Nunca fue de mis favoritos, quizás porque me saturé en aquellos años de su canción “Clara”, quizás porque no gritaba a los “tiranos” ... Hace poco volví a saber de él, que si disco nuevo, que si que bueno es ... algo estaba pasando, y pasó, Joan Bautista Humet se estaba yendo, y ayer se marcho. Y leyendo lo demás abajo me he sentido muy identificado, y me ha hecho recordar cosas que sentí hace tiempo, cosas que yo tampoco quiero olvidar.
“Hay algunas veces —pocas, pero haberlas, haylas— en donde uno se encuentra un poco huérfano de Dios. De su consuelo y de su larga mano en eso de la vida después de la muerte.
Hoy hemos despedido a Joan Baptista Humet, un hombre de profundas creencias religiosas. "Ha sido una hermosa muerte" ha dicho su hermano. Y yo me lo he creído porque sus ojos no mentían. Yo, que jamás he visto nada hermoso en la muerte, yo, que no creo en Dios, me lo he creído. Porque Humet era un esteta y hasta muriendo ha sido capaz de crear belleza. Dice su hermano que el martes reunió a su familia —sus hijos, su esposa, su madre, su primera esposa— y les pidió permiso para marcharse. Genio y figura. El sábado, el día antes de su muerte desde su cama vio como el Barça le metió tres goles al Sevilla. Y señalaba con el pulgar hacia arriba a Messi. Grande Messi. Como si el delantero no quisiera que Joan se fuera con mal sabor de boca. Todo debía ser hermoso en esta muerte. A su hijo pequeño de cuatro años le dijo que se iba de viaje al "País de Nunca Jamás" que si se tratara de un guión de Disney lo podríamos tomar como una ñoñería pero viniendo de alguien que realmente va a realizar ese viaje, nos pone el corazón así de pequeño que más que latir parece que ande descalzo para no romper el silencio que nos queda en el alma.
Dice su hermano que se fue feliz, dando las gracias.
Los que no creemos en Dios no somos tan fuertes ante la muerte. Nos falta valor, elegancia y humildad. Pero seguiremos combatiéndola con la memoria que es nuestra mejor arma. Combatir al olvido es como morir un poco menos.”
Xavier Pintanel
“Hay algunas veces —pocas, pero haberlas, haylas— en donde uno se encuentra un poco huérfano de Dios. De su consuelo y de su larga mano en eso de la vida después de la muerte.
Hoy hemos despedido a Joan Baptista Humet, un hombre de profundas creencias religiosas. "Ha sido una hermosa muerte" ha dicho su hermano. Y yo me lo he creído porque sus ojos no mentían. Yo, que jamás he visto nada hermoso en la muerte, yo, que no creo en Dios, me lo he creído. Porque Humet era un esteta y hasta muriendo ha sido capaz de crear belleza. Dice su hermano que el martes reunió a su familia —sus hijos, su esposa, su madre, su primera esposa— y les pidió permiso para marcharse. Genio y figura. El sábado, el día antes de su muerte desde su cama vio como el Barça le metió tres goles al Sevilla. Y señalaba con el pulgar hacia arriba a Messi. Grande Messi. Como si el delantero no quisiera que Joan se fuera con mal sabor de boca. Todo debía ser hermoso en esta muerte. A su hijo pequeño de cuatro años le dijo que se iba de viaje al "País de Nunca Jamás" que si se tratara de un guión de Disney lo podríamos tomar como una ñoñería pero viniendo de alguien que realmente va a realizar ese viaje, nos pone el corazón así de pequeño que más que latir parece que ande descalzo para no romper el silencio que nos queda en el alma.
Dice su hermano que se fue feliz, dando las gracias.
Los que no creemos en Dios no somos tan fuertes ante la muerte. Nos falta valor, elegancia y humildad. Pero seguiremos combatiéndola con la memoria que es nuestra mejor arma. Combatir al olvido es como morir un poco menos.”
Xavier Pintanel
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Comentarios
Y me gustaba "Clara". Creo que "Clara" era la canción que definía perfectamente aquello de "Odia la droga, pero ama al drogadicto"
La ternura con la que hablaba de esa derrotada se echa de menos.
No sabía de sus creencias, ni de su enfermedad, y lamento su muerte, pero me felicito por su vida y por esa dignidad en su muerte.
Desde aquí, mis respetos.